¿DEBEMOS O NO DEPURAR EL LENGUAJE?

Tras la lectura de las obras de los autores Darío Villanueva y Paul B. Preciado, he logrado fortalecer mi pensamiento sobre la depuración del lenguaje. Como se muestra en ambos textos, el lenguaje y la adecuación de este se ha vuelto un tema clave en la sociedad actual. 

Hoy en día, gracias a los cambios en el pensamiento, existen nuevos ejemplos para incorporar en nuestro vocabulario un lenguaje más inclusivo. Algunos son el uso de un término genérico plural en vez de la utilización de un plural en masculino o la eliminación de pronombres cuando no son estrictamente necesarios. 

Centrándome en los textos, el de Darío Villanueva destaca por explorar el uso de este lenguaje alternativo en un campo institucional y político. Por ejemplo, con la relación de las palabras y sus definiciones en los diccionarios o de las academias lingüísticas. No concuerdo con la posición de Villanueva sobre la feminización del lenguaje. Dice que se encuentra de acuerdo con el uso de un lenguaje neutro, como ciudadanía, pero no de uno exclusivamente femenino. Percibo que él muestra esa opinión desde una perspectiva diferente a la mía. Él se siente cómodo con el plural masculino, ya que se siente incluido. Sin embargo, a mi no me ocurre nunca eso. Yo veo varias posibles soluciones como: el uso de un plural neutro, nombrar tanto el masculino como el femenino o utilizar el más adecuado para el caso. Con un ejemplo la última idea se entiende mejor; si somos 7 personas, 6 de ellas mujeres y solo un hombre; el plural más adecuado sería el femenino. Además de ser más inclusivo también daría información sobre el sexo predominante en ese momento. 

Continuando con el fragmento de Paul B. Preciado, quizás debido a su forma de hablar y expresarse, me parece que transmite su mensaje de una manera mucho más clara y cercana a la mía. Veo realmente interesante su perspectiva sobre la inexistencia de una identidad como tal, si no que la sociedad va creando tales diferencias y discriminaciones. 

La lengua nunca se puede considerar algo fijo, ya que varía siempre con respecto  al lugar, tiempo o contexto donde es empleado. Por ello, no es algo neutral, sino que se forma a partir de un determinado uso por parte de los hablantes. Todo lo que decimos y la forma en la que lo decimos afecta a la percepción y visión que tenemos las personas. Por lo tanto, pienso que es una labor esencial adecuar el lenguaje. Este hecho está fuertemente vinculado con lo hablado en clase sobre el discurso de odio. Se debe luchar en equipo contra este tipo de discurso, ya que es una manera de cortar las libertades políticas y de expresión de los individuos. El lenguaje tiene la capacidad de servir de ayuda, o , por el contrario, de hacer daño. Así que está en nuestra mano el utilizarlo adecuadamente para tener en cuenta todas las sensibilidades y respetar a todos como merecemos. 

En conclusión, gracias a ambas lecturas y la información obtenida en clase, considero completamente necesario la depuración del lenguaje de una forma más integradora, con el objetivo de lograr una sociedad más inclusiva e igualitaria.