GÉNERO Y TRADUCCIÓN
Tras la clase de este miércoles, muestro posteriormente mi síntesis y mi postura a cerca de las estrategias de traducción de la obra “Género y traducción. Elementos discursivos para una reescritura feminista” de Olga Castro.
Para comenzar, el texto de Olga se centra en el problema de la traducción y la invisibilidad que tiene la mujer también en este campo. En la primera parte del escrito hace un recorrido sobre este tema a partir de diferentes traducciones basadas en la ideología conocida como “Male-As-Norm Principle” o “MAN Principle”. Esta se basa en usar el término masculino para traducir una palabra que en el idioma original no tiene una marca de género. Al instante se me vino a la mente, los casos vistos en clase de los ‘romanos, griegos’ o’ los derechos del hombre’, siempre usando el masculino genérico.
La autora continúa proponiendo estrategias de traducción para liberar el lenguaje de su carga patriarcal y romper con esta desigualdad. La primera de ellas es la suplementación o también conocida como compensación, esta consiste en la intervención directa por parte de la traductora para compensar las diferencias respecto a las lenguas y las marcas de género. La segunda estrategia es la metatextualidad. Este método opta por incluir todo tipo de notas, prefacios y demás paratextos para explicar de una manera más profunda la traducción y dando visibilidad al trabajo de la traductora. La tercera y última de las estrategias para solventar el problema es el secuestro, consiste en la apropiación de un texto no necesariamente feminista para dotarlo, a través de cambios en la traducción como la introducción de neologismos que engloben ambos géneros, la sustitución del masculino genérico por el femenino o la eliminación de contenido sexista del texto.
Considero que las tres propuestas son muy útiles para hacer frente al ‘MAN Principle’. Sin embargo, la suplementación me parece la más interesante. Siento que esta estrategia ayuda a la traductora a dejar su huella dentro del texto, siendo clave para la traducción del mismo. Por ejemplo, la metatextualidad, al no estar en el propio texto, puede que cierta gente no llegue a leerlo todo. También el secuestro puede ser muy efectivo, pero para algunas lectoras puede ser demasiado rompedor y lograr el objetivo contrario y no captar la atención del público. Con todo esto, no estoy menospreciando ninguna de ellas, ya que me parece esencial seguir trabajando en estas y nuevas estrategias para resolver el problema de la traducción.
Para finalizar, al buscar en internet sobre este tema, encontré el TFM de Ana Esther Serrano Cruz de la UCM. Este trabajo de investigación se llama Traducción feminista: lenguaje inclusivo aplicado a relatos de «A Haunted House, and other short stories», de Virginia Woolf. Me resultó muy interesante, ya que se centra en ejemplos de diferentes obras de Virginia Woolf, de la que leí varias obras y me parece muy enriquecedor ver las diferentes traducciones que puede tener una misma oración. La autora también habla sobre las tres estrategias ya comentadas de Olga Castro, además de otras tres como son: la colaboración entre la traductora y la persona que firma el original, la generalización o neutralización, o la visibilización a las mujeres de forma explícita.
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