LANGUAGE, CAPITALISM AND COLONIALISM

El texto de esta semana está escrito por las autoras canadienses Monica Heller y Bonnie McElhinny. Su obra Language, Capitalism and Colonialism. Toward a Critical History hace una reinterpretación de la sociolingüística a través del enfoque de estudio de la lengua a partir del contexto político y económico del colonialismo y el capitalismo. El capítulo a comentar, el séptimo de la obra, se titula “On the origins of ‘Sociolinguistics’: Democracy, development and emancipation.

Esta parte se centra en el mundo de la sociolingüística en los tiempos de la Guerra Fría. El capítulo comienza con la imagen de John Gumperz junto a sus colaboradores en la India en el año 1956. Esto funciona como una manera visual de describir toda la expansión que estaba ocurriendo en esos años. En este contexto, el surgimiento de la sociolingüística se relaciona con los esfuerzos posteriores a las Segunda Guerra Mundial para evitar la recurrencia de más conflictos y crisis entre países. Desde mi punto de vista, cabe destacar que nuestro campo de estudio se desarrolló a partir de dos conceptos: desarrollo y descolonización. Ambos eran promovidos para prevenir la repetición de la depresión económica y los conflictos nacionalistas que habían conducido a las guerras mundiales, ocurridas unos años atrás. Las autoras proporcionan un análisis exhaustivo y perspicaz del desarrollo de la sociolingüística, tanto desde su base conceptual como de su papel institucional, político y económico. Este desarrollo se contextualiza dentro de las políticas de desarrollo, que se basaban principalmente en conceptos que estaban respaldados por los avances científicos y también estaban financiadas por fundaciones vinculadas a grandes corporaciones estadounidenses como Rockefeller o Ford.

Un punto clave que me gustaría ampliar sobre este texto es la reflexión de que el colonialismo lingüístico es un componente fundamental de capitalismo. El fragmento emplea una cita de Brandist: De hecho, muchas de las preocupaciones asumidas por la sociolingüística occidental fueron abordadas inicialmente en la Unión Soviética. Sin embargo, en el papel del capitalismo es en el que se centran Heller y McElhinny para exponer sus estudios. A partir del siglo XX, las ideas del capitalismo forman una parte esencial de nuestra sociedad. Hoy en día, el mundo no se mantendría sin la existencia de este. Por su parte, el colonialismo lingüístico también ha creado más desigualdades en el campo del lenguaje. Las lenguas de los colonizadores se impusieron a las poblaciones locales. Esto llevó a la pérdida de lenguas indígenas y al dominio de las lenguas europeas. Otros ejemplos de la historia que nos dejan constancia de la existencia del colonialismo lingüístico son la expansión del inglés como lengua global o el empleo del dialecto estándar de una lengua. Ambos funcionan como una forma de jerarquización y división de la sociedad en función de la lengua que se utiliza para expresarse. Pero ¿por qué es necesario situar unas lenguas por encima de otras? Al hacerme esta pregunta, me viene al instante a mi mente la palabra poder. Considero que al fin y al cabo todo se hace por el poder. Por ejemplo, al minorizar una lengua, es decir, ponerla por debajo, la otra se sitúa por encima siendo más poderosa de lo que lo sería si todas estuvieron al mismo nivel.

                                                           

Esta desigualdad me lleva a tener presente la idea de que el lenguaje nunca es un medio de comunicación inocente. Este es un reflejo de las jerarquías sociales, desigualdades económicas y las relaciones de dominación persistentes en nuestra sociedad. Aunque ya hemos visto que el lenguaje no es neutral y siempre implica un trasfondo, aún queda mucho camino para eliminar toda la discriminación existente en relación a la lengua.

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