MAN MADE LANGUAGE - DALE SPENDER

Después de la publicación de varios materiales subidos al blog para terminar con el tema del género, me surge la necesidad de hacer una última reflexión sobre el último de los textos subidos, centrado en el trabajo de Dale Spender. Su obra Man Made Language, qué traducido sería “El lenguaje está hecho por el hombre”. En el libro, la escritora australiana explora cómo nosotros, influimos en la lengua y cómo esto moldea nuestra percepción y comprensión del mundo que nos rodea.

 

Uno de los puntos clave que toca el fragmento fue la idea propuesta por James Britton acerca de quiénes son quiénes tienen el poder de dar forma al mundo y los principios que los rigen para esta organización. Spender expone que históricamente han sido los hombres quienes han ocupado este rol predominante. Ellos han sido ellos quienes, a lo largo del tiempo, han determinado el curso del pensamiento, la evolución del lenguaje y, en consecuencia, la construcción de la realidad que conocemos. Esta exclusión sistemática de las mujeres tanto en el ámbito lingüístico y su contribución a su formación, como en el control del pensamiento y la definición de la realidad, refleja una opresión arraigada en la estructura patriarcal que caracteriza a nuestra sociedad. El hecho de que las mujeres hayan sido sistemáticamente excluidas tanto en la creación del lenguaje como en su control, refleja una opresión arraigada en nuestra sociedad patriarcal. Es sorprendente darse cuenta de cómo estas desigualdades se manifiestan incluso en las palabras que usamos todos los días y en las expresiones que consideramos como normales.

En este contexto, la cita de la feminista Dorothy Smith cobra especial relevancia. Smith expone su discurso en el que muestra todas esas dudas y visiones del mundo en relación al la existencia del sexismo y el control masculino en el lenguaje. Dentro de sus palabras destaco la urgencia de una participación equitativa por parte de ambos géneros en la creación y definición del lenguaje, así como en la formación de la realidad que la lengua refleja. Privar a las mujeres de esta participación es seguir perpetuando la opresión de género y obstaculizar cualquier avance hacia una sociedad más justa y equitativa. Es una llamada de atención para todos nosotros sobre la importancia de ser conscientes del lenguaje que usamos y cómo puede impactar en la igualdad de género.